Ha pasado un año desde que te fuiste y aún nos parece imposible. Dicen que tu corazón se paró pero no es así porque tus latidos siguen resonando con fuerza en tu Molinon, nuestra casa, allí donde siempre podemos encontrarte cuando la añoranza nos llama, allí donde te hiciste eterno mucho antes de que desde allí arriba decidieran llamarte y dejarnos sin ti.
Sin ti pero contigo, porque ahora vives en cada uno de nosotros cuando te recordamos y te aseguro que es muy a menudo, recordamos anécdotas y recuerdos, las bromas que gastabas a tus compañeros y que ahora recuerdan con una sonrisa. Dejaste una gran huella en todos los que tuvieron la suerte de conocerte, todos coinciden en que como jugador eras el mejor pero como persona te superabas. Como dijo Schuster eras una persona a la que querías tener al lado siempre, por la energía que transmitías, por tu alegría y tu optimismo.
Siempre te recordaremos no sólo como gran jugador, también como un luchador nato que jamás se rindió y por ese gran corazón, un ejemplo a seguir.
Querido Brujo, aún te lloramos y te echamos de menos, siempre te recordaremos. Eres eterno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario